Hoy toca la segunda parte de mis recuerdos de vacaciones. Ahora resulta que cuando salgo de casa no solo miro alrededor para no perderme y saber donde voy. Sino que también voy buscando cualquier cartel o anuncio que me resulte curioso. Y es que he descubierto que me estoy volviendo un enfermo. Debo parecer un perro olisqueando cada farola hasta encontrar la más apetecible para marcar el territorio. Pero claro. Yo busco publicidad curiosa. Aquella que no sale en los grandes medios. Y aquí traigo unos ejemplos.

Empezaré con un aviso de aparcamiento. Son las fiestas de un pueblo y así se avisa de la prohibición de aparcar.

Lo que más me llamó la atención es la falta de ortografía en la segunda palabra. Sobre todo teniendo en cuenta que se trataba de un documento escrito por el ayuntamiento. Y, para más gravedad, habían colocado multitud de ellos a lo largo de toda la calle. Resultaba muy chocante.

El segundo es de unos frutos secos de Astorga.

Se ve un poco mal pero se puede leer. No tiene nada de particular.
Y, a continuación, el mismo anuncio pero en inglés.

Me llamó la atención la traducción literal del anuncio del castellano al inglés. Incluso el título. No sé si cualquiera que hable ese idioma podría entender lo que significan unos frutos secos. Supongo que cualquier cosa menos un «snack».

Y aquí va el tercero. El anuncio de una casa con unos anexos un tanto especiales.

No me digáis que no os hace ilusión tener una casa con una patatera. Con la subida en los productos de primera necesidad siempre va bien asegurarse una buena provisión de patatas. ¿Y que mejor lugar para guardarlas que uno especialmente construido para ellas? Y si te sobran puedes alimentar al caballo de la cuadra. Aunque eso sí. Éste viene aparte.

De momento nada más. Ya tengo preparada la tercera parte del tablón. Pero la publicaré más adelante.
Un saludo!