Entramos en la semana del amor por excelencia así que me dejaré impregnar por esta ola romántica que se nos echa encima (u ola consumista) canalizándola por varias de las entradas de este blog. San Valentín ya se ha dejado notar en los haiku (los de esta semana serán todos del mismo estilo) y ahora centra el motivo de este post. ¿De qué manera? En forma de dedicatorias.
¿Hay alguien que, a la hora de hacer un regalo, se ha quedado en blanco cuando tocaba dedicarlo? Seguramente todos. Pero este año ya no volverá a pasar ya que pienso echaros una mano. Bueno. No sé si mis dedicatorias tendrán la suficiente calidad como para acompañar a ese objeto que tanto esfuerzo nos cuesta encontrar. Pero, al menos, lo intentaré.
Pensé en hacer catorce (la explicación es obvia) pero me cansé en la número doce. Excepto una (quizá dos) todas son unisex. Y sí. A nosotros también nos gusta que nos dedique palabras bonitas. Como las siguientes.

1. Tuve suerte al conocerte. La seguí teniendo al enamorarte de mí. Y espero que la poca que aún me quede nos mantenga juntos.
2. El tiempo a tu lado se me ha hecho corto. Ojalá el que nos quede sea mucho más largo.
3. Quizá éste no sea un gran regalo pero ya te entregué el mejor que tenía: mi corazón.
4. No te quiero. Te adoro.
5. Me ha sido imposible encontrar algo que estuviese a tu altura. Espero acercarme con este regalo.
6. Te quiero tanto que si pudiese calcularlo me acercaría al infinito.
7. De entre las flores eres la más bella. De entre las rosas… La única que no tiene espinas.
8. Si este regalo es una muestra de mi amor imagina como será el lote completo.
9. Contigo cada día es una sorpresa. Cada noche… Toda una fiesta.
10. Me gustaría decirte lo que significas para mí y, aunque te parezca mentira, me basta con solo una palabra: todo.
11. Cada día contigo es el primero que paso a tu lado. Cada minuto… Lo vivo como si fuera el último.
12. Incluso el amor salvaje encuentra entre tus brazos un remanso de paz.

Tal vez sea demasiado pastel para una sola entrada pero un poco de dulce de vez en cuando tampoco nos hará tanto daño. Y San Valentín es una fecha propicia para el azúcar (y el chocolate). Ahora me tocaría explicar cual es mi visión sobre esta “especie” de fiesta pero como gracias a Vinagre ya la di en este post puedo ahorrármela. Quizá sea consumista. ¿Y quién no lo es?
Si a alguien le apetece copiarlas es libre de hacerlo. Estaré orgulloso si he contribuido a provocar una sonrisa.
Un saludo!