Presiona ENTER para ver los resultados o ESC para cancelar.

Infimocuentos: encuentro con el pasado.

-¿Qué haces aquí solo? –pregunté mirando a aquel niño solitario erguido en el cruce de caminos. Su aspecto me resultaba ligeramente familiar-. ¿Estás esperando a alguien?
-A ti –respondió sin pestañear. Ante mi sorpresa procedió a explicarse-. Soy tu pasado y he venido a encontrarme contigo para comprobar que has cumplido todos mis deseos.
-¿Todos tus deseos? –repetí desconcertado-. ¿A que te refieres?
-A ver –el niño sacó una hoja de papel pintarrajeada-. ¿Eres astronauta?
-Siento decepcionarte pero no. Tan solo soy un delineante que trabaja en una oficina.
-Una cosa menos –hizo un pequeño tachón sobre la hoja-. ¿Has dado la vuelta al mundo?
-No. Lo más lejos que he ido ha sido a Andorra. Y ni siquiera pasé a Francia.
-¿Has luchado con un oso?
-¿Con un oso? –no pude evitar reírme. El niño frunció el ceño-. El animal más salvaje que he visto ha sido un perro callejero. Y acabó mordiéndome el culo.
-Que emocionante será mi vida. Espero que por lo menos tengas un coche deportivo.
-Tampoco. Tendrás que conformarte con mi Seat Ibiza. Lo compré hace poco de segunda mano.
-¿No has cumplido nada? –preguntó el niño con enojo-.
-Sí que he cumplido algo. Conseguí hacerme mayor. Tal como querías.
-¿Y no tienes que obedecer las órdenes de nuestros padres?
-Bueno, casi. Aún sigo viviendo en su casa –el niño abrió la boca en un gesto de sorpresa. Iba a replicarme pero le corté antes de que pudiera decir nada-. ¡Espera! He hecho planes.
-Vaya. Parece que seguimos comportándonos de la misma manera.

Comentarios

6 comentarios

> Exequiel <

¿Y este cuento está inspirado en…?

http://deliriosemocionales.blogspot.com/

Evanger

Me gusto mucha esa pequeña historia, tiene bastante de lo que perdemos cuando la sociedad nos carcome y solo nos deja con sueños. A hacer lo que tengamos que hacer para que dejen de serlo.

Iván

Pues dímelo tú, exequiel, por que voluntariamente en ninguna otra cosa. Es imposible hacer nada original pero no suelo fijarme en nadie. Las influencias se deben de notar, claro.
Me gusta tu análisis, evanger. Quizá la sociedad no pueda corroer nuestros sueños. Solo el tiempo puede hacerlo. Y es contra él con quién jugamos.

neurotransmisores

Moriremos siendo niños.

Lucía

A mí me recuerda al diálogo que sostienen Bruce Willis y el niño que es el de pequeño en The Kid.

Menos mal que no nos pasa de verdad, porque todos los niños que éramos quedarían más que decepcionados …

Iván

Escueto y rotundo, Neuro. No puedo añadir nada más. Acertadísimo.
No he visto esa peli, Lucía. Como le dije a exequiel no me suelo fijar en nada. Pero es prácticamente imposible crear algo original. Mi niño quedaría algo decepcionado. Aunque creo que más o menos soy lo que quería. Solo me falta un último empujón que espero conseguir algún dia.
Saludos!!


Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.