El dragón.
-Mejor el dragón que mamá -susurré al oído de mi hermanito. No pareció consolarse del todo aunque sí dejó de llorar-. ¿Vuelvo a leerte el cuento?
Mi hermanito recordaba continuamente a nuestra madre. Sobre todo en la cama, momento en el cual nos agazapábamos bajo las mantas mientras le leía cuentos con la ayuda de una vieja linterna.
-¿Qué le pasó al dragón? -preguntó enjugándose las lágrimas-.
-Marchó del reino buscando un nuevo príncipe.
-Como mamá -sentenció mi hermanito.
-Mamá volverá a buscarnos -mentí-.
El rector vociferó a lo lejos cortando nuestra conversación. Tocaba dormir en el orfanato.
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En ocasiones la vida es demasiado cruel y no tenemos otra que pintarla de rosa…..
Un saludo!
Y tanto. Sobre todo cuando eres un niño.
No te digo yo que te estás volviendo oscuro…
Besos
Pues yo me veo la mar de clarito… 🙂
Un duro fragmento… pero hermoso a la vez. Habla de inocencia, de esperanza y del amor fraternal que es uno de los más bonitos….
Hola Ivan, he llegado a tu blog a través de neruda y me parece muy interesante. Me encantan los relatos.
Por cierto, hay un error al seguir los relatos encadenados que tienes (pulsar en eslabon siguiente), ya que el enlace lo haces a una pagina html, cuando deberia ser a un directorio, no se si me explico.
Veo que sigues el concurso que parte de la escuela de escritores y la cadena ser. Yo lo sigo a menudo, pero no suelo publicar los que escribo.
Saludos
Sobre todo de amor fraternal, Sí. Y de mentiras piadosas. ¿Que seríamos capaces de hacer para ayudar a nuestro hermano?
Encantado de verte por aquí, Gaby. Veo que somos rivales de microrelatos… A ver si nos encontramos algún día en la final. Estaría bien. Respecto a los enlaces… Tengo que reorganizarlos todos ya que aún apuntan a mi antiguo blog. Y hoy he borrado su acceso por eso no podías seguir la cadena. Intentaré arreglarlo en breve.
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