Hoy toca entrada chorra donde las haya (también pelín morbosa) pero, dado que en este blog tienen cabida todo tipo de cuestiones (sobre todo las chorras), no voy a excluir este tema tan candente. Y es que, ¿hay alguien que no se haya hecho esta pregunta alguna vez?

Que a los hombres nos gustan los pechos es algo más que sabido (sobre todo por las dueñas de los escotes) pero lo que no queda tan claro son las razones que nos impulsan a este tipo de admiración. Dejando de lado los motivos antropológicos y sociales lo cierto es que esta atracción magnetiza cualquier mirada masculina hacia el conjunto que forman los dos polos, haciendo imposible resistirse a una ojeada. ¿Por qué? Aquí podría estar la explicación.

-Por que todavía recordamos las sensaciones que nos transmitía nuestra madre al amamantarnos. Y seguimos succionando aún sabiendo que no saldrá leche…
-Por que guardan parecido con dos pelotras de fútbol. O de baloncesto, según se prefiera (incluso las de golf).
-Por que su tacto es más relajante que una pelota antistress y, además, está más suave.
-Por que es el mejor sitio para sentar la cabeza.
-Por que, inevitablemente, saltan a la vista.
-Por que guardan semejanza con un mando de la PlayStation. ¡Y traen multitud de juegos excitantes!
-Por que a los hombres nos encanta todo lo que pueda abarcar nuestra mano (sobre todo cuando se queda algo fuera).
-Por que nos divierte causar envidia entre nuestros amigos.
-Por que producen un movimiento hipnotizante capaz de vaciarte por completo el cerebro (si es que alguna vez hubo algo dentro).
-Por que es lo primero que rozamos al conocer a una chica. ¡Un aplauso por Darwin y la evolución!
-Por que llaman la atención con el frío.
-Por que son una estupenda excusa para iniciar una conversación masculina (y también para acabarla).
-Por que se te queda grabado el tacto una vez los palpas por primera vez.
-Por que crecimos con mitos como Sabrina, las Mamachicho, Samantha Fox, Marta Sánchez y los anuncios de fa o Sanex entre otros.

Tras este arduo estudio (incluida la experimentación) toca relajarse e irse a la cama. Dicen que los sueños sirven para aposentar los conocimientos por lo que espero que los míos estén relacionados con el tema de esta entrada. Bueno, quizá no. Será mejor que el cerebro descanse, al menos, por una noche.