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Silencio roto – Relato.

-¿No oyes algo?
-No. Ahora que se han ido los de ahí afuera esto se ha quedado en silencio.
-Escucha.
En un principio tan sólo se percibía un cosquilleo pero pronto, abriéndose paso entre el silencio, el ruido de un roce fue elevándose hasta quebrantar completamente la quietud.
-Ahora sí escucho algo.
-Ya te lo dije. ¿Tú qué crees que será?
-Quizá algún animal que se ha quedado atrapado en el hueco. O un topo que se ha equivocado al hacer el agujero de escape.
-O el nuevo, que todavía no estaba muerto…
-No digas tonterías, eso ya no pasa. Los forenses hacen muy bien su trabajo.
El roce subió de intensidad hasta convertirse en arañazos, alternados por unos insistentes golpes en la madera.
-Está arañando…
-Todavía no se ha dado cuenta de que ha abandonado el mundo de los vivos. Todos hemos necesitado nuestro tiempo.
-¡Socorro!
-Ahora grita. Para mí que todavía está vivo.
-Ya te he dicho que eso ya no pasa, no te preocupes. ¿Ves? Ya se ha calmado.
El silencio se adueñó de la oscuridad volviéndose tan espeso como el olor de la propia muerte.
-Oye… ¿Desde cuando los fantasmas podemos arañar y dar golpes?
-¡Ostia!
-Bueno, creo que ahora sí que no tenemos que preocuparnos.
-Cuando se despierte en nuestro mundo procura no decirle que no le ayudamos.
-Descuida. No me gustaría pasar la eternidad junto a un rencoroso.
-Ni a mí. Bastante tenemos ya con los gusanos…

Este relato participa en la quinta edición del concurso escribe tu historia de El Mosquitero.


Comentarios

10 comentarios

Antonio E. Zafra

Desde luego que esta historia tiene miga Iván. Por lo leído, nos ponemos en un universo en el que no existe eso de el cielo o la tierra, si no que los muertos permanecen conscientes al lado de sus cuerpos mientras estos se descomponen.

Eso, que podría ser una visión bastante chunga de nuestro futuro, es para mi una alegría. Tú imagina los cementerios por la noche, con todos los muertos de charanga por ahí, de conversaciones y desinhibidos totalmente, aceptando su defunción de tal forma que incluso son capaces de ironizar como lo hacen estos dos de tu historia jejeje.

Sin duda que me gusta esta, al igual que en el CETH IV, has conseguido que la historia sea dinámica gracias a que el diálogo es el centro de la historia jejeje

Perfecto, aunque ya sepa que no puedo decir estas cosas jejeje

La última entrada de Antonio E. Zafra cuando publicaba el comentario: Limpieza de feeds

Sarinha

Siempre me han gustado tus historias, así que esta no iba  a ser menos. Qué pillines los muertos…
Suerte en el concurso, un saludo!!

Iván

Creo que lo que más me gusta de la historia es que deja al lector que la recomponga como quiera, Toni. De ahí la ausencia del narrador como elemento activo. También cumple la función de desdramatizar el texto y dejar que la ironía se desborde.

Gracias Sarinha! Más que pillines yo diría que son unos capullos… 😀
Yandros

Que caña Iván, vuelves al concurso otra vez con ganas de podio. Me ha gustado mucho la incertidumbre del diálogo, cuando hasta una vez entrado en él no sabes bien si el que habla es vivo, muerto, o mitad mitad.
Suerte, me ha gustado mucho el relato, en serio

La última entrada de Yandros cuando publicaba el comentario: Jubilación

El marido de la portera

Mucha suerte en el certamen. Plantea muchas preguntas tu relato, desde luego.

Saludos

La última entrada de El marido de la portera cuando publicaba el comentario: El hombre silencioso

Mar

Muy bueno!! este tipo de relatos me encantan, hacen pensar si hay algo mas allá…

Mucha suerte en el certamen.

Besitosssssssss

cristal00k

Buff! me ha dado hasta miedo y como repelús! como dice Yandros ¡vaya caña!
Mucha suerte en el CETH.

Iván

Gracias, Yandros. Esa incertidumbre es la que he querido reflejar desde la primera frase. Sin ella el relato se desmontaría…

Espero que también alguna respuesta, Marido de la portera… 🙂

Algo más allá debe de haber, Mar. El averiguarlo sólo es cuestión de tiempo.

Justo lo que quería, cristal00k. Todo ello con un punto de humor ácido. Casi como la realidad, misma… 😀

El Tonto de la Colina

Buena historia, y tiene su puntito de humor… Solo una pregunta: ¿No te habrás inspirado viendo la segunda parte de «Kill Bill»? Aunque en esa película la escena tiene un final más feliz…
Saludos y suerte en el CETH!

La última entrada de El Tonto de la Colina cuando publicaba el comentario: Los tontos no salen por televisión

Iván

¿Kill Bill? No tengo ni idea de en que me puedo haber inspirado de ella, Tonto de la colina. Mi inspiración viene de una visita al cementerio como búsqueda de localizaciones para una novela que estoy escribiendo.

En el fondo todo está ya inventado.

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