Excusas para negarse ante un favor.
Hay personas (como yo) que son incapaces de decir que no cuando alguien les pide alguna cosa. Ya se sabe que hay favores mínimos que no cuestan nada de satisfacer pero hay otros que no resultan tan agradables (por no hablar de cuando te piden dinero) y siempre viene bien tener alguna excusa para zafarse de ellos. Sobre todo para los que tenemos la enfermedad incurable del sí (incluso en los días de boda) y se nos atasca en la garganta cualquier tipo de negación. ¿Queréis algunos ejemplos para esas situaciones? Vamos allá.
-He quedado.
-Tengo clase de sexo tántrico. Y no me salto ni una.
-Mi horóscopo dice que no salga de casa.
-¿Perdona? ¿Qué? Es que últimamente no oigo nada.
-Tengo a mi madre enferma. ¿No te lo había dicho? Bueno, te lo digo ahora.
-El mundo esta a punto de acabarse y quiero aprovecharlo al máximo.
-Si puedo pedirte yo otro favor… Es que tengo una mudanza.
-Lo siento, soy alérgico a los favores. Me dan dolor de cabeza.
-Uy. Pertenezco a una ONG y sólo hago favores a gente desfavorecida.
-Tengo que arreglarme para una fiesta, no sea que me inviten.
-¿Sabes que a mi pareja no le caes bien? Y si se entera de que te hago un favor…
-Vaya. Parece que he pillado una indigestión. ¡Maldita mayonesa!
-¿Tu madre no te enseñó a valerte por ti mismo?
-No puedo decirte que no, a tu hermana tampoco le niego nada.
-¿Tú me has visto cara de genio? Ni siquiera me has frotado la espalda…
Por experiencia propia diré que la mejor excusa para librarse de cualquier cosa que nos pidan es resguardarnos bajo nuestro hijo, ya que un niño es como la tarjeta maestra de los hoteles: abre cualquier puerta. ¿Alguien necesita nuestra ayuda para montar un mueble? Tienes una reunión con el tutor en la escuela. ¿Acabar un trabajo en la oficina? Tu hijo se ha caído y le están poniendo unos puntos. ¿Prestar cien eurillos? Buf, hay que pagar las colonias.
Lástima que la excusa perfecta conlleve tanto trabajo…
Comentarios
5 comentarios
Me prestas a tu hijo????
🙂 Este sábado tengo una boda… y por mucho empeño que le quiera poner no tengo uno propia tan rápido…
Salu2
Mi excusa es que soy alérgica a los favores. Ni los pido ni los hago. Al principio le choca un poco a la gente. Luego se acostumbran y no te tienen en cuenta a la hora de pedirlos.
Je je… No sé si debería, Shera, pero se puede llegar a un acuerdo. 😀 Tema peliagudo el de las bodas. Espero que encuentres una excusa solvente.
Igual que yo, Pecorilla. Huyo de lo que no soy capaz de hacer por mí mismo. Así me pasa después…
la mejor excusa es no tener que darlas, ojalá todos estuviéramos preparados para oír la verdad.
Me parece que a nadie le gusta la verdad, Sil. Sobre todo cuando no te conviene.
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