Después de la entrada del otro día sobre las ventajas de estar en el paro, y siguiendo el camino que siempre guía a todas las desgracias, tocaba hablar de la siguiente parada en la búsqueda de trabajo: encontrarlo. Seguimos con las obviedades pero, aunque en un principio parezca sencillo encontrar otro puesto en el que nos expriman hasta las ilusiones, a la hora de la verdad resulta mucho más complicado. ¿Desfasado después de muchos años sin tener más de tres días seguidos de fiesta? ¿No estás acostumbrado a tanto tiempo de ocio o, sencillamente, te sientes avergonzado por no aplicar el suficiente esfuerzo en encontrar trabajo? Aquí van algunos consejos para luchar contra el paro. ¡Y gratis!

-Hay que ajustar el perfil al máximo. No importa que hayas trabajado en cientos de sitios con experiencias diversas, a la hora de la verdad sólo importa el máximo de tiempo que hayas estado en uno determinado, el último en el que hayas trabajado y, como mínimo, que en ambos casos la duración haya sido superior a un año. ¿Y qué hacer si en alguno sólo has durado unos meses? Lo mismo que hará el empresario con tu currículum: olvidarlo. Así que, como diría Pamela Anderson, atrae la atención hacia donde más destaques.
-Escribe tu currículum. Y no te preocupes por que no tengas tinta para imprimirlo, eso ya no se lleva. ¿Recuerdas los tiempos en los que tenías que patearte las empresas haciendo de cartero, sabiendo que se limpiarían el culo con tu currículum? Internet trajo muchas ventajas (y no sólo la facilidad de encontrar porno). Una de ellas es la de buscar trabajo desde casa. Aunque claro: hay que ser persistente en la búsqueda y, sobre todo, abarcar el número máximo de páginas de empleo. Y una vez hayas rellenado el perfil sólo queda lo más sencillo: adjuntar el currículum junto a tu foto. Ahora, si quieren utilizarlo en el baño, tendrán que imprimirlo primero (y no está la crisis como para malgastar el tóner).
-La carta de presentación. Quizá sea lo más importante a la hora de encontrar nuestro futuro empleo ya que nos abre las puertas de la entrevista en persona, antesala del contrato. ¿No tienes suficiente experiencia para aspirar al puesto? Prueba con la literatura (y no hablo de amenazar con un ejemplar del Quijote). Una gran motivación para alcanzar la meta ante cualquier dificultad, grandes capacidades para trabajar en equipo, facilidad de aprendizaje… Engañar al empresario es como engañar al banco: cualquier esfuerzo es poco si conseguimos dinero (y disfrazar la realidad tampoco tiene por que ser una mentira).
-La entrevista de trabajo. Aunque las empresas de trabajo temporal están tan extendidas que es poco probable que te entreviste directamente el empresario, conviene tomarse muy en serio este primer contacto con la oportunidad de trabajo. Además: el que no conozcan de primera mano el puesto que te ofertan puede jugar a tu favor. ¿Recuerdas como los fines de semana engordas al máximo la realidad para conseguir algún ligue? Pues esto es igual pero sin alcohol. Así que vístete lo mejor posible, prepara tu sonrisa de niño bueno y ensaya bien tu discurso de aptitudes. Como un político preparándose para un miting: afianza tu imagen (sin descuidar la crediblidad).
 

Si has conseguido pasar la última prueba tienes todos los número de conseguir el puesto. Pero tampoco te confíes: hay demasiados pretendientes para la misma novia. Poco importa que seas el mejor y más preparado si realmente no te esfuerzas en aparentarlo. Así que conviértete en el mejor trabajador del mundo y haz que te jefe esté más orgulloso de ti que del cliente que paga a tiempo, al menos durante los primeros días. Recuerda que ningún contrato es realmente fijo ya que cuando menos te lo esperas puedes acabar en la calle. ¿No conseguiste el trabajo? No desesperes. La vida está llena de oportunidades si sabes buscarlas (o encuentras enchufe).