Exceso de velocidad.

El pitido del despertador echó momentáneamente a Juan de los sueños en los que estaba sumido. Lo apagó y se dio la vuelta para aprovechar en la cama los últimos cinco minutos de la noche. Siempre dejaba que el despertador sonara dos veces y, aunque sabía que salía tarde de casa, prefería aprovechar un rato …

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