Parecidos entre los hombres y el Ikea.
Hacía tiempo que no pensaba en parecidos absurdos de hombres y mujeres y ayer se me ocurrió compararlos con el Ikea. Puede que al principio pueda resultar absurdo dichas comparaciones. Pero finalmente resulta que sí: son totalmente absurdas. Pero creo que, al fin y al cabo, son graciosas. ¿Qué mejor manera de hacer humor que fomentando la ya típica “guerra de sexos”? Echemos un poco de leña al fuego. Recordad que son simples chistes a partir de estereotipos y que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. ¿O no?
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Son como un comedor del Ikea: parecen especiales pero acaban resultando comunes.
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Nunca encuentras lo que buscas aunque ellos aseguren que lo tienen todo muy bien ordenado.
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El cerebro de un hombre es como una lámpara de Ikea: delgado y transparente.
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Sus instrucciones son siempre muy básicas.
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Con ellos siempre puedes comerte un Frankfurt.
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Inexplicablemente siempre vuelves.
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Los hombres son como los dependientes del idea: cuando los necesitas desaparecen.
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Los hombres son como los muebles del Ikea: duran mucho menos de lo que presumen.
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Con ellos siempre acabas comprando alguna tontería, que jamás te servirá para nada.
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Los hombres son como el catálogo de Ikea: crea muchas expectativas pero al final acaba resultando inútil.
Bueno. Pues ya está. Como se nota que últimamente paso bastante por el Ikea.
Próximamente las comparaciones con las mujeres. Iros preparando.
Un saludo!
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