Compañerismo invisible.
-¿De dónde vienes? -preguntó la madre preocupada al ver aparecer a su hijo. Miró por la ventana y se estremeció al ver la cantidad de agua que llovía-. ¡Y encima con la que está cayendo!
-Vengo del cole, mamá -respondió el niño dejando la pesada cartera sobre el mueble del recibidor-. Me quedé un rato a jugar con los amigos.
La madre comenzó a desvestir al niño preocupada por que no cogiese frío con la ropa mojada pero en seguida se dio cuenta de que había algo extraño en aquellas prendas. Volvió a mirar por la ventana pero no había duda: era una lluviosa tarde de septiembre y, como era costumbre por aquellas fechas, la gota fría se había apoderado de la ciudad de Barcelona.
-¿Cómo es posible que estés tan seco? -preguntó la madre palpando cada trozo de tela. Sólo las zapatillas y los bajos de los pantalones acumulaban agua-. ¡No te puse paraguas en la cartera!
-Vine con Guille -respondió el niño tímidamente. El rostro de la madre mutó de la extrañeza al enfado-. Vinimos… Bajo su paraguas.
-¿Cuántas veces te tengo que repetir lo mismo?
-Pero…
-Ni pero ni leches. ¿Cómo tengo que decirte que tienes que dejar de mentir?
-Pero… No es mentira.
-¿No eres un poco mayor para seguir teniendo amigos invisibles?
-¡Guille no es invisible! ¡Yo puedo verlo!
-¿Y no te extraña que sólo tú lo veas? -la madre retenía con dificultad su escasa paciencia-. ¿Cómo es que no te has mojado? -el pequeño abrió la boca repetidas veces sin ser capaz de articular palabra-. Y no me mientas.
-Vine -el niño rectificó su primera intención sobre la marcha-… Vine con el paraguas de Guille.
-¡A tu habitación! -bramó la madre extendiendo el dedo índice-. ¡Y cámbiate de pantalones!
·······························
-Nunca entenderé a los mayores -dijo el pequeño cerrando con suavidad la puerta de su habitación una vez se encontró a salvo en ella-. Digas lo que digas siempre habrás hecho mal.
-Ojalá nunca creciéramos -respondió una vocecilla a su espalda. El niño no se inmutó-. Si te vuelves así dejaré de ser tu amigo.
-Nunca cambiaré, Guille -se sentó sobre la cama quitándose las zapatillas. A su lado una prenda de plástico yacía en el suelo dentro de un charquito de agua-. Y menos mal que a mamá no le conté toda la verdad.
-¿Crees que hubiera cambiado algo?
-Imagina. Si le llego a decir que no me mojé por que vine con tu chubasquero…
Este relato participa en el concurso de el Mosquitero escribe tu historia tercera edición (y subiendo).
Comentarios
17 comentarios
GENIAL!!! Sencillo y muy original. Mucha suerte!!
Y el chubasquero también era invisible?? A mí es que estas cosas me cuesta cogerlas,jeje.
Cuando crecemos dejamos de creer en tantas cosas …
Gracias, Sarinha. Creo que me ha salido tan original que no se entiende.
Sé que es algo surrealista, Lucía. Creo que la clave la pones al final del comentario: dejamos de creer en tantas cosas…
Genial. Me ha encantado tu relato.
Mucha suerte y encantada de conocer tu blog.
Un saludo.
La última entrada de silvia cuando publicaba el comentario: Soñando un poco!!!
Hey, que dice mi amigo invisible que se siente incomprendido …
Me ha gustado Ivan.
La última entrada de El Redactor cuando publicaba el comentario: Crisis en la casa real ?
Muchas gracias, Silvia. Todo un placer el tenerte por aquí…
Y tiene razón, Redactor. ¿Por qué el hombre invisible puede ser un superhéroe (o antihéroe) y él, que también es invisible, no? En el fondo tosos hemos soñado alguna vez con el hecho de que no nos viera nadie. Y no sólo por que nos facilitase nuestra vena más voyeur… 😀
Un lindo cuento, que me hace acordar al nombre del CD del Indio Solari: «El tesoro de los inocentes». Mucha suerte en el concurso!
PD: qué es un «chubasquero»? xD
Inquietante ese Guille y su chubasquero…me gustó! Suerte!
La última entrada de Martikka cuando publicaba el comentario: La Biblia dia y noche
Gracias, ReChalado. Desconozco ese CD pero el título suena interesante. Y un chubasquero es una prenda de plástico que protege de la lluvia. Impermeable quizá te suene más…
… y no somos todos en la blogosfera un poco amigos invisbles?
te mando mi abrazo, yo se que lo sientes aunque no los puedas ver
La última entrada de carla mariela cuando publicaba el comentario: La Virgen de la Paz
Qué original! Me gustan los relatos tan directos, con un final tan impactante» mucha suerte!
Me gusta mucho, sobre todo el final…que bueno…
Suerte!!
La última entrada de Naida cuando publicaba el comentario: Un grito de rebeldía Kikkoman
Suerte en el concurso, buena historia y gran calidad en todas las que voy leyendo.
Saludos Cordiales.
Pasé a leer tu historia.
Me ha gustado (y rejuvenecido). Es original y directa. Esá fenomenal
¡Mucha suerte!
Me encantó la historia ! Que malo que los adultos se olviden a veces de imaginar, ¿no?
Mucha suerte en el concurso 🙂
Se que no es serio que ya estemos en las votaciones y aun hayan historias que no haya leído, pero es que el tiempo es algo que me falta a cubos llenos…jejej
Se que me perdonarás y que lo comprenderás amigo Ivan. Aun me quedan muchas historias por leer y espero que nadie se enfade por este pequeño problemilla…jajajaj
Tu historia me ha gustado mucho, es sencilla y sutil. Me ha encantado amigo.
Es sabido: no dejamos de jugar porque nos hagamos viejos sino que nos hacemos viejos porque dejamos de jugar. Yo tambien tuve un amigo imaginario que mojaba con sus prendas humedas de lluvia los rincones de mi mente… Un Abrazo y suerte en el concurso.
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