Mi mejor momento – Algo parecido a un soneto.
Del amor fabricamos convivencia
apilando besos como ladrillos
recubriendo de pasión los tresillos
en los que jugamos sin impaciencia.
Soñaba con aspirar tu esencia
partiendo de la nuca hasta tu ombligo
y solo mi alma conoce el castigo
de hallar en tu perfume dependencia.
Amémonos como si del pasado
sólo recobrásemos la pasión.
Rompamos con el tedio atormentado
y rehagamos lo que desmontó
aquella rutina envuelta en enfado
utilizando, sólo, nuestro amor.
Para la persona que duerme conmigo aunque no esté a mi lado, para la que me calienta sin necesidad de pedir calor, para ti, Su, artífice en silencio de cada una de mis letras.
Dedicado con todo mi amor a Aposai.
7 comentarios
Comentarios
7 comentarios
No me hagas esto Iván….joooo, que me he puesto muy meláncolica…
Precioso, y no sé si tendrá algo que ver esa soledad que me envuelve… pero me ha emocionado.
Un beso.
La última entrada de neruda cuando publicaba el comentario: Chiste…
Poco se puede hacer para deshechar la melancolía, Neruda. Pero pensar en el futuro podría ser una de ellas. Quince días pueden ser largos pero no eternos. Verás como pronto no estarás sola…
Ánimo. 🙂
Precioso Iván, me ha encantado. Llevas razón, al amor, lo mata la rutina y el aburrimiento, pero me parece que no es ese tu caso.
Un beso
La segunda estrofa es mi favorita, no hay duda, sobre todo los ultimos 2 versos.
La última entrada de kozmica cuando publicaba el comentario: El Google Nuestro (padre nuestro para bloggers)
Si esto es lo más parecido a un soneto, no quiero ni imaginar/sentir cuando lo sea de veras…
😉
Hermoso. Como la delicadeza con la que se la dedicas.
No voy a ponerme triste; lo prometo 🙂
Pero sería maravilloso que alguien me dedicase algo así…
Un beso, Iván 🙂
p.S.: Veo mucho cambio por aquí… Me encanta!!! 😀
Qué palabras tan bonitas Iván!!
La última entrada de Lucía cuando publicaba el comentario: EL BLOG DE FAMOSAS
La rutina quizá no mate el amor, Lupe. Pero sí lo adormece. Aunque esperar algo no significa que sea menos interesante. También hay placer en lo cotidiano.
Deja un comentario