-No te conozco.
-Ya te he dicho que soy tu hermana.
-Yo no tengo ninguna hermana. Si la tuviera la recordaría.
-Tienes un problema con la memoria. Es hereditario y hace que olvides ciertos recuerdos.
-¿Y a ti no te afecta?
-Claro, es hereditario. Yo suelo olvidar los recuerdos a corto plazo.
-¿Como cuales?
-¿Cuales qué?
-¿Qué recuerdos sueles olvidar a corto plazo?
-Perdona, ¿de qué estábamos hablando?
-De que eras mi hermana y yo no lo recordaba. Veo que te olvidas rápidamente de lo que hablas.
-Es un problema hereditario con la memoria. Lo tenemos toda la familia.
-Ya me lo has contado. Y varias veces…
-Soy tu hermana.
-No te conozco, y eso que ya llevamos tres horas hablando de lo mismo.
-¿Tanto tiempo? No lo recuerdo…
-Tenemos un problema hereditario con la memoria.
-Eso es porque somos hermanos. Seguro que te parece raro pero es así.
-¿Y cómo puede ser que yo no te recuerde?
-Eso es por que tenemos…
-Un problema hereditario con la memoria, eso me ha quedado claro. Pero lo que no entiendo es por que tengo que enterarme precisamente ahora.
-Nadie en la familia se acordó de decírtelo.
-Por que será que no me sorprende…
-¿Sabías que soy tu hermana?
-No te recordaba, pero seguro que a partir de ahora ya no te olvido.
-Lo dudo, por que nuestra familia tiene un problema hereditario con la memoria.
-¿Y qué le pasó a nuestro padre?
-Se olvidó de sus hijos.
-Normal.
-Salió a por tabaco y nunca volvió.
-¿Nos abandonó?
-Seguramente olvidaría donde vivía.
-Menuda familia.
-Hablando de familia. ¿Sabes que soy tu hermana?
-Uf. Ya no sé si eso es una alegría o una desgracia.