Hoy he estado pensando en coches y se me ocurrió buscar parecidos entre ellos y los hombres. Resulta curiosa la relación que tienen con los automóviles ya que, a menudo, resultan ser una prolongación de sí mismos. ¡Incluso llegamos a descubrir el maravilloso mundo de la limpieza! Y es que, como en el caso de los animales de compañía, los coches acaban siendo un reflejo de sus propios dueños. ¿O será al revés? Os propongo descubrirlo, a través del humor y la ironía. Recordad que las ocurrencias están basadas en simple estereotipos, que resultan fundamentales a la hora de reírnos de nuestros defectos.

1. El placer de los hombres es como el cierre de los coches: centralizado.
2. Pueden perder aceite.
3. Corren más de lo necesario.
4. Se lavan con la lluvia.
5. El pene de un hombre es como las ventanas traseras de un coche: se levanta dándole a la manivela.
6. Los extranjeros resultan más atractivos.
7. Le dan mucha importancia a su palanca de marchas.
8. Se traumatizan si les dan por detrás.
9. Emiten gases contaminantes.
10. La próstata de un hombre es como el carburador de un coche: tendrás que ensuciarte para encontrarla.

Espero que os hayáis echado unas risas. Al fin y al cabo el humor es la esencia de la vida.
Y no odio los coches, aunque pueda parecerlo. Eso sí. Soy motero.
V’sss para todos!