En la vida hay cosas amadas y cosas odiadas… si no se siente odio es porque alguna vez, tal vez en la infancia, se sintió odio a quien debía ser amado y cómo no es fácil convivir con los dos afectos hacia un mismo objeto… se optó por escindir el odio, o sea, reprimirlo, no sentirlo… y desde entonces uno cree que no odia porque simplemente no nota que odia.

Es mejor notarlo porque así se puede «controlar» o «manejar»… sino es posible que en el momento más insospechado uno cargue con furia con una victima inocente o con uno mismo a modo de golpe de ansiedad.

Ya sé que puede parecer exagerada la respuesta para lo que tú pretendías exponer… pero me apetecía exponer algo que, a veces, puede resultar un verdadero problema.

Besos!!!