Pues sí. Al final he caído en la tentación de una de las utilidades más absurdas de todo internet: Twitter. Para los que no sepáis que es se trata de un sistema de comunicación por mensajes, parecido al sms, mediante el cual puedes comunicarte con las personas que tengas sucritas a través de pequeños mensajes.
La finalidad de que haya adoptado el sistema no es la de comentar mi vida paso por paso (odio a la gente que «Twittea» constantemente cada segundo de lo que hace) sino añadir mediante él contenido extra al blog. «Making of» de relámpagos o de historias, lo que se avecina, frases inéditas que sólo aparecerán ahí… Y no descarto iniciar una historia por entregas a través de Twitter, dependiendo de la aceptación y el número de seguidores. ¿Queréis apuntaros? No lo dudéis. Hacedlo aquí.