Algo parecido a un soneto: sin tiempo para tener tiempo.
¿Por qué no me reservaré más tiempo
para así no tener que desplazarme
como si muriera con cada instante
que mis prisas se adelantan al viento?
Acelero a fondo mientras me miento
pensando que nunca más haré tarde.
Lo sé. Ciento sesenta es alarmante.
Pero controlo cada movimiento.
Adelanto sin mirar a un camión,
un coche se cruza y, mientras vuelo,
sé que jamás llegaré a la reunión.
Miro mi cuerpo tirado en el suelo
carente de pulso y respiración.
Y ya no hay prisa por subir al cielo.
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Vísteme despacio, que tengo prisa, una de las frases que copié hasta la extenuación en primero o segundo de EGB, (ya no recuerdo cuando hacíamos caligrafía) y una de las más sabias.
Esa frase es pura sabiduría, Lucía. Pero por más que la tengas en la cabeza tiendes a olvidarla. Yo al menos.
Ojala todos supiesemos tomarnos las cosas con más calma,no hace mucho me pasaron un mail muy bueno referente a esto,como dice Lucia visteme despacio que tengo prisa.
Isa
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