Psicólogo de animales: la hiena.
-¡El siguiente!
La puerta de la consulta se abrió dejando paso a una hiena que recorrió desafiante la corta distancia hasta el diván. El psicólogo la miraba seriamente y la paciente le correspondía con una mueca cómica. Una vez junto al diván la hiena se sentó sin aflojar ni un ápice la sonrisa.
-Y usted venía por -comenzó el psicólogo hilvanando la conversación-…
-Depresión.
-No parece usted muy deprimida.
-¿Lo dice por la sonrisa? -el médico asintió-. Me viene de familia. No me la puedo quitar de en encima.
-Entiendo.
-¿Qué escribe en esa libreta?
-Anoto todo lo que me cuenta. Y mis impresiones sobre ello -hizo una pausa mientras realizaba nuevas anotaciones-. Cuénteme. ¿Sabe cual ha sido la causa de su depresión?
-Verá. Es que hace un año -un breve silencio-… Mi marido murió. ¡Ja, ja!
-¿Por qué se ríe?
-No me río por que me haga gracia. Es un tic que tengo -la hiena tenía cara de haber sobrevivido a un maratón de chistes-. En realidad estoy muy triste. ¡Ja, ja, ja!
-Pues debe ser grave ese tic. Por que para reírse de la muerte de su marido…
-Ya se lo he dicho. No lo puedo evitar.
-¿Se llevaba bien con su esposo? -continuó el psicólogo ignorando la mueca cada vez más exagerada de su paciente-.
-Éramos un gran matrimonio. Vivíamos juntos, dormíamos juntos, fornicábamos juntos, comíamos carroña juntos…
-Está bien. Ya lo he cogido. ¿Tenían descendencia?
-Vivíamos en la sabana. Allí no hay ningún barranco.
-Que si tenían hijos.
-Un par. Han salido los dos al padre… Cada vez que los miro… Me acuerdo tanto de él… ¡Ja. Ja!
– Se nota que le echa de menos, sí.
-Ya le he dicho que no se deje llevar por mi actitud. No puedo evitar reírme de todo. Incluso de la muerte de mi marido. Aunque realmente no tenga ganas de reírme.
-¿Y de qué murió?
-De un ataque de risa.
Se hizo el silencio entre médico y paciente. El psicólogo iba a decir lo absurda que le parecía la situación pero se abstuvo de hacerlo. Y la hiena, viendo que él no sabía cómo reaccionar, continuó explicando lo que en principio sería un desagradable accidente.
-Le contaron el chiste del perro «mistetas» y no pudo parar de reírse hasta que, al día siguiente, murió de agotamiento.
-¿El perro «mistetas»? No conozco ese chiste.
-Yo no le acabo de coger la gracia. Pero mi marido se desternilló. Hasta… Hasta que… ¡Ja, ja!
-¿Por qué no me lo cuenta? Quizá le ayude para desahogarse de la pena que, sin duda, le arrebata el ánimo.
-A ver. Esto era una mujer que tenía un perro al que llamaba «mistetas». Un día ese perro se perdió y se puso a buscarlo. Gritaba «mistetas» por la calle a ver salía de su posible escondrijo y entonces se cruzó con un hombre al que le preguntó… ¡Ja, ja!
-¿Y ahora por qué se ríe?
-Es que acabo… Ja, ja… De coger el chiste… ¡Ja, ja, jaaa…!
-Pues cuando termine de reírse me lo termina de contar.
-¡Jaaa…! ¡Ja, ja!! ¡JA, JA, JAAAAAAA…!
-¡Oiga! Que le va a dar un ataque. ¡Oiga! ¡Oigaaa…!
La hiena no llegó a escuchar la última palabra. Se le atascó la mandíbula en una carcajada de fotografíal y, completamente rígida, se desplomó al suelo desde lo alto del diván. El psicólogo quedó estático durante unos segundos pero al cabo de ese tiempo reaccionó pulsando el botón de su interfono.
-¿Mary? -la voz de su secretaria respondió a través del aparato-. Dame el teléfono del taxidermista. Me parece que ya tenemos con que llenar el hueco de la estantería.
Comentarios
6 comentarios
Un poco corta la hiena, si que tardo en coger el chiste, pero mira que morirse de la risa, con lo malisimo que es.
Ingenioso…. como todo lo que escribes…
Por cierto, sigo teniendo problemas con mi blog y soy incapaz de solucionarlo… seguiré intentándolo. Un beso.
Sí es malo, Lupe. Creo que así la historia tiene más gracia. Morirse así… Seguro que es vergonzoso.
Muchas gracias, Neeuda. Respecto a lo del problema… Si quieres (y te fias) déjame la contraseña en el gmail y le echo un vistazo a la cuenta.
Aquí hay muchas cosas, la maera de morir, una hiena sonriente que no puede dejar de reir ni en su desgracias… cada vez escribes mejor, me encanta 🙂
un beso ronroneado
yo pieso que es halgo loco e ingenioso si dan ganas de leerlo gracias y besoos ♥♥♥♥♥
Muy original. Enhorabuena.
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