Solo con el dolor se aprende lo que vale la alegría, igual que solo la muerte nos recuerda lo valiosa que es la vida. Un abrazo, y otro para tu familia.
Sin embargo, algunas lágrimas son necesarias para desahogarse. Este haiku está bien para tomar en cuenta como seres humanos, pero a veces va bien desquitarse de lo que a uno le oprime con un buen torrente de lágrimas.
Iván
La sabiduría está en el contraste. Sin duda, Camdem. Y con la desilusión aprendemos a encontrar la felicidad. O a intentarlo al menos…
Te veo fuerte, Capitana. Cosas del rango, supongo. 🙂 Realmente no vale la pena lamentarse. Eso no soluciona el pasado y, sin embargo, sí puede empeorar el futuro.
No dudo de que soltarse sea beneficioso, Bender. Pero dejarse llevar por las lágrimas tiene muchos números de acabar en un mar de melancolía salada (va de metáforas el asunto). El caso es que, como dice Capitana, también creo que hay que sobreponerse a la tristeza. Y lo dice un llorón de cuidado…
Comentarios
4 comentarios
Solo con el dolor se aprende lo que vale la alegría, igual que solo la muerte nos recuerda lo valiosa que es la vida. Un abrazo, y otro para tu familia.
Llorando no se arreglan las cosas, lo que hay que hacer es secarse las lágrimas y volver a empezar, hay que moverse.
Sin embargo, algunas lágrimas son necesarias para desahogarse. Este haiku está bien para tomar en cuenta como seres humanos, pero a veces va bien desquitarse de lo que a uno le oprime con un buen torrente de lágrimas.
La sabiduría está en el contraste. Sin duda, Camdem. Y con la desilusión aprendemos a encontrar la felicidad. O a intentarlo al menos…
Te veo fuerte, Capitana. Cosas del rango, supongo. 🙂 Realmente no vale la pena lamentarse. Eso no soluciona el pasado y, sin embargo, sí puede empeorar el futuro.
No dudo de que soltarse sea beneficioso, Bender. Pero dejarse llevar por las lágrimas tiene muchos números de acabar en un mar de melancolía salada (va de metáforas el asunto). El caso es que, como dice Capitana, también creo que hay que sobreponerse a la tristeza. Y lo dice un llorón de cuidado…
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